La historia de tus personas favoritas

Vuestros hijos son el mejor de los tesoros y por eso seguro que alguna vez os habéis planteado hacerles una sesión de fotografía, pero aún no habéis dado el paso, bien por que no tenéis muy claro que estudio de fotografía infantil va realizar el reportaje o por que al final el ritmo frenético de nuestros días no os deja tiempo suficiente para planificar una sesión.

El tiempo pasa muy rápido, y nuestras fotografías caseras no siempre funcionan como esperábamos. Por eso hoy os vengo a hablar de una guapísima familia que ha confiado en nuestro estudio fotográfico para que plasmemos sus recuerdos. Es genial ver como la fotografía permite a las familias darle al «pause» de vez en cuando y recordar momentos que no se volverán a repetir.

Por alguna extraña razón los malos recuerdos se nos graban en el cerebro a sangre y fuego, mientras que los pequeños detalles que nos hacen felices los escribimos suavemente, y con el tiempo van disolviéndose o en el peor de los casos se desvanecen para siempre. Por eso me parece una genial idea que algunas familias quieran dejar esos momentos plasmados con fotografías profesionales.

Mi interés por la fotografía infantil va en aumento, y con ellas intento dejar constancia de todos esos momentos cotidianos que suelen pasar totalmente desapercibidos: Una merienda, la hora del baño, momentos mágicos y llenos de ternura en familia. Son situaciones que me encanta plasmar.

La pequeña Paola.

Paola me sorprendió muchísimo. Por regla general abordo los trabajos de fotografía infantil de la siguiente manera:

  1. Preparo el equipo.
  2. Con la cámara en mis manos permanezco un rato cerca del bebé para que se acostumbre a mi presencia dentro de su entorno.
  3. Realizo algunas fotografías a una distancia prudente mientras el bebé esta absorto en sus juegos.
  4. Poco a poco voy acercándome, jugando con ella y creando un vinculo de confianza.

Con Paola todo fue diferente, pasamos del punto 1 al 4 desde la primera fotografía. Ella es un bebé adorable, siempre con una gran sonrisa y unos despiertos ojos azules. Cada fotografía era mas sorprendente que la anterior.

No se si se debe a que soy papá de dos preciosos hijos, pero la verdad es que me emociona ver la cara de las familias cuando reciben sus fotografías, ampliaciones o el álbum de esos momentos tan geniales.

Ángel y Sara son los papis de Paola y de verdad que son maravillosos, accedieron a todas mis propuestas. Desde cambiar algunos muebles, hasta organizar el baño de Paola en otra habitación con mas luz. Al final esos pequeños detalles se agradecen muchísimo y acaban ensalzando el reportaje. No hay nada más gratificante que llegar a un hogar que no conoces y que te traten de forma tan especial, en todo momento estuve disfrutando de mi pasión por la fotografía.

Como sabéis los mas asiduos a este blog, escribo desde mi visión y experiencia, pero este medio de autoexpresión en el que me encanta volcarme no sería posible sin la ayuda y consentimiento de personas como Ángel y Sara. ¡Gracias! es muy importante para nosotros que otras familias puedan conocernos mediante ésta fantástica experiencia.

Un saludo.

Carlos Zamorano Rodriguez.